Nuestros temores o tensiones, pueden interferir en nuestra comunicación con los ángeles y hacer que los mensajes no puedan llegarnos con la suficiente claridad y sean confusos para lograr interpretarlos.
Antes de entrar de lleno en la comunicación con nuestros ángeles, es necesario trabajar con nuestro interior para ubicar las posibles interferencias o bloqueos que pudieran existir y liberarlos.
Es posible que, al principio, te enfrentes a que hay una larga lista de bloqueos con los que debes trabajar. No te desanimes ni te impacientes. Se trata de tomar tema por tema para irlo liberando. Muchas veces podrás descubrir que, al trabajar un aspecto, automáticamente se sanan otros más pues estaban relacionados entre sí. Lo importante es ser consciente de las interferencias existentes para que la liberación o sanación se ponga en movimiento.
Para ubicar tus interferencias, preguntante a ti mismo:
“¿Que me impide comunicarme con mi ángel?”
o
“¿Que interfiere en la comunicación con mis ángeles?”.
Realiza insistentemente estas preguntas hasta que las respuestas comiencen a surgir. Anota todo en una hoja de papel.
Una vez anotadas tus respuestas, trata de profundizar y trata de ubicar a que clasificación podría pertenecer, te doy los más generalizadas, pero es posible que tú puedas ubicar otras que se adapten a las emociones o experiencias de vida que han creado esas emociones. Siéntete libre de situar lo que sientes en una clasificación determinada, no hay posibilidad de error. De hecho, si deseas solo trabajar la emoción, sin clasificar, es correcto también. Lo importante es ser conscientes de las interferencias que puedan existir.
Cualquier emoción o sentimiento, puede clasificarse en cualquiera de los siguientes grupos de la lista:
El hacer consciencia de nuestras emociones genera un cambio, si cuentas con alternativas de liberación emocional como las Flores de Bach, los aceites esenciales o el EFT, utilízalos para trabajar con las emociones que has hecho consciente.
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