Un portal dimensional es un puente que enlaza de una dimensión a otra. Imagina que tuvieras la oportunidad de caminar por un largo pasillo que conecta con diversas puertas y que para poder cruzar cualquiera de las puertas, requieres de una llave en específico. En este ejemplo, el pasillo es el portal dimensional y las puertas son las dimensiones con las que conecta. Para algunos, una llave puede ser una técnica, por ejemplo, la meditación o un viaje astral, para otros pueden ser determinados rituales. Pero cuando se trata de la transición de una dimensión a otra de manera natural —como es el caso que nos ocupa en este libro— la llave es una frecuencia vibratoria o un determinado nivel de consciencia. Cualquiera de ellos guarda una determinada codificación energética que coincide, por afinidad, a determinada dimensión. En el caso de la transición de cuarta a quinta dimensión, una llave puede ser el conducirnos a través del amor y la verdad.
Ahora bien, el cruzar un portal dimensional pudiera ser algo cotidiano en nuestra vida —aunque no seamos muy conscientes de ello—. Cada vez que experimentamos un despertar de consciencia, sanamos heridas ó transformamos patrones de consciencia podemos cruzar un portal dimensional que nos lleva de una realidad a otra, por ejemplo, de la carencia a la abundancia, del desamor al amor, de la tristeza profunda a la alegría de vivir.
Hablamos de estados de consciencia permanentes, no de emociones pasajeras. Si se trata de emociones pasajeras no se trata necesariamente de cruzar un portal dimensional sino de experimentar diversos estados de ánimo. Vivir a través de la frecuencia del amor es una cosa, enamorarte es otra.
Actualmente recibimos muchas vibraciones de alta frecuencia procedentes de nuestra galaxia que nos ayudan a integrar nuevas frecuencias de vibración que transforman la consciencia humana. Las llamaradas solares son tan solo una de ellas. Estas llamaradas amplían nuestra consciencia de una manera acelerada y a nivel colectivo. Podríamos decir que cuando hay llamaradas solares de importante nivel, se abre un portal para todos los seres humanos que vibren en esta frecuencia, es decir, de todos los millones de habitantes del planeta, algunos cientos o miles de personas podrán asimilar estas nuevas energías y pasar al siguiente estado de consciencia que nos permita vivir una realidad diferente.
Las energías que recibimos de la galaxia se instalan en nuestro campo aúrico creando una limpieza profunda con la finalidad de crear un vacío que permita después la integración de nuevos códigos ó información. Si las nuevas energías hablan de integrar mayores niveles de abundancia, entonces primero habrá que liberar nuestra programación de escasez vaciando nuestros códigos de carencia, pobreza o limitación, de no ser así, los nuevos códigos de abundancia no pueden instalarse en nuestro campo aúrico.
Una vez instalados los nuevos códigos e integrados en nuestro sistema, ya podemos entonces construir, nuestra nueva realidad.
En este caso, cruzar un portal no es cuestión de deseo, es cuestión de afinidad energética, es decir, solo podemos ingresar al nuevo portal si nosotros tenemos una frecuencia vibratoria afín al portal que se abre, nuestra consciencia o frecuencia vibratoria es la llave con la que podremos abrir la puerta por ley de afinidad y de atracción.
El ingresar a un portal dimensional, quiere decir entonces que ingresamos a una nueva forma de vida, una forma afín a nuestra energía actual, que no necesariamente corresponde a los de la generalidad de la gente que nos rodea. La oportunidad se abre para todos, pero no todos podrán tomarla. Uno de los mayores obstáculos para una transición de este tipo , es la resistencia al cambio pues el tomar un camino implica abandonar otro y es este el desafío. No todos están dispuestos a soltar aquello que representa su seguridad en el momento aunque no sea la óptimo.
El crear una nueva realidad no significa hacerlo de la noche a la mañana. No significa que cruzas el portal hoy y mañana tu vida es diferente, no es así. La transición, el cambio y el resultado final representan un proceso que puede llevar tiempo. Mientras menos resistencia, menos tiempo.
Por otro lado, el construir una realidad nueva puede involucrar a muchas personas y/o destinos diferentes y aquí se tienen que construir sincronías más complejas. Algunos de los elementos que necesitaremos son: flexibilidad, confianza y paciencia ¡todo un desafío cuando se trata de avanzar hacia lo desconocido!.
La forma más natural de alinearnos con las nuevas energías que recibimos es ser totalmente receptivos, adaptarnos a los cambios mientras soltamos el control. Por supuesto una parte de nosotros tiene que actuar de manera directa en la vida para crear nuestro camino, pero es importante dejar otra parte a un poder superior, pues es en los planos superiores donde se gesta nuestra nueva realidad.
Si sentimos que tenemos dificultad en abrirnos al cambio, sentimos resistencia o mucho temor, podemos ayudarnos con meditaciones o alternativas holísticas que nos ayuden en el proceso. Elige la que sea más afín a ti.
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